Las musas y tú
Inauguramos sección: es el momento de dejar volar la imaginación. O, quizás, de sujetarla, de someterla a las reglas inquebrantables de la métrica (dura lex, sed lex), quién sabe. Si los comentarios empiezan a fluir, encontrarán un cauce más acecuado que un simple artículo. Emitimos en pruebas, mientras tanto.
1 comentario
Rebeca Molina Jiménez -
Cuando esperanza ya no me quedaba,
mirándome a los ojos me sorprendes,
pues así sé que nunca tú me mientes.
Aquella despedida no esperaba.